Escultura San Isidro Anónimo neogranadino, S.XVII-XVIII

San Isidro es un santo de origen español nacido en Madrid a finales del siglo XI. Según la tradición fue un modesto campesino que trabajaba la tierra a cambio de un sueldo anual. Entre los prodigios más conocidos de su vida se cuenta que dedicaba parte de su jornada a la oración, cuestión que disgustaba a sus compañeros quienes lo acusaron con su amo por perder tiempo de trabajo en esos menesteres. El patrón yendo a comprobar la situación, observó con sorpresa que mientras Isidro oraba, un yugo celestial de bueyes blancos realizaba las labores propias de su oficio. La labor del santo y los milagros y prodigios obrados por su intercesión lo posicionaron como patrono de los agricultores, por lo que su devoción fue ampliamente extendida en los territorios españoles en América y aceptada por los campesinos quienes lo veneran hasta el día de hoy.